Mostrando entradas con la etiqueta Gerardo Diego. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Gerardo Diego. Mostrar todas las entradas

17 de abril de 2013

Toda una vida - Chavela Vargas y un poema de Gerardo Diego

















Toda Una Vida Estaría Contigo
No Me Importa En Que Forma
Ni Donde, Ni Como, Pero Junto A Ti.

Toda Una Vida Te Estaría Mimando
Te Estaría Cuidando Como Cuido Mi Vida
Que La Vivo Con Ti.

No Me Cansaría De Decirte Siempre,
Pero Siempre, Siempre,
Que Eres En Mi Vida
Ansiedad, Angustia, Desesperación.

Toda Una Vida Estaría Contigo,
No Me Importa En Que Forma,
Ni Donde, Ni Como, Pero Junto A Ti.

No Me Cansaría De Decirte Siempre,
Pero Siempre, Siempre,
Que Eres En Mi Vida
Ansiedad, Angustia, Desesperación.

Toda Una Vida Te Estaría Mimando
Te Estaría Cuidando Como Cuido Mi Vida
Que La Vivo Con Ti.









Hoy Cumples 94 años por mucho que te hayas vuelto nube y sigue el homenaje







Ella

¿No la conocéis? Entonces
imaginadla, soñadla.
¿Quién será capaz de hacer
el retrato de la amada?
o
Yo sólo podría hablaros
vagamente de su lánguida
figura, de su aureola
triste, profunda y romántica.

Os diría que sus trenzas
rizadas sobre la espalda
son tan negras que iluminan
en la noche. Que cuando anda,

no parece que se apoya,
flota, navega, resbala...
Os hablaría de un gesto
muy suyo..., de sus palabras,

a la vez desdén y mimo,
a un tiempo reproche y lágrimas,
distantes como en un éxtasis,
como en un beso cercanas...

Pero no: cerrad los ojos,
imaginadla, soñadla,
reflejada en el cambiante
espejo de vuestra alma.












Del libro el romancero de la novia - Iniciales



23 de septiembre de 2012

INSOMNIO - Poema de Gerardo Diego




INSOMNIO

Tú y tu desnudo sueño. No lo sabes.
Duermes. No. No lo sabes. Yo en desvelo,
y tú, inocente, duermes bajo el cielo.
Tú por tu sueño y por el mar las naves.

En cárceles de espacio, aéreas llaves
te me encierran, recluyen, roban. Hielo,
cristal de aire en mil hojas. No. No hay vuelo
que alce hasta ti las alas de mis aves.

saber que duermes tú, cierta, segura
-cauce fiel de abandono, línea pura-,
tan cerca de mis brazos maniatados.

Qué pavorosa esclavitud de isleño,
yo, insomne, loco, en los acantilados,
las naves por el mar, tú por tu sueño.





















Alondra de verdad (1941). Gerardo Diego
Ediciones Escorial




















Este poema también ha sido publicado hace unos años  en la revista Litoral - La noche


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...