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27 de octubre de 2012

La presència pura ( fragments) - Christian Bobin

Ja no es reconeix a les fotos. Tampoc no hi reconeix els seus. Quan se li anomenen, els ulls li brillen de joia, meravellat de descobrir-se infants: com si acabessin de nèixer.

***


Una branca s'ha esquincat de l'arbre. No ha caigut inmediatament a terra. Altres branques l'han retinguda i l'han vetllat durant unes hores.



*  *  *

El que es veu aquí no és pas diferent del que es veu en altres indrets. El dolor, la paraula sorda i la dura voluntat de sobreviure també són a fora, en la vida preservada. La diferència és que aquí no és possible cap diversió: només la vida eixuta, cadascú aferrat a la seva roca fins que la fatiga no el convenci d'amollar la pressa: és l'engolida, la gran onada de la mort.


*  *  *


Els agrada tocar les mans que se'ls ofereixen, tenir-les una bona estona dins les seves, aferrar-les: aquest llenguatge precís.


*  *  *



Parracs de temors, de petits desigs i de noms propis: pateixen pels seus mots com pateixen per tot, i les respostes que donen s'extravien lluny de les preguntes que se'ls fa.



*  *  *



Christian Bobin
La presència pura
Edicions del salobre
Traducció d'Antoni Clapés

10 de diciembre de 2011

Christian Bobin - Fragmento del relato: "Y que le dejen en paz"



El estado de crisis es el estado natural del mundo: guerra tras guerra, invento tras invento, volumen de ventas sobre tasa de suicidio, hambrunas sobre perfumes de lujo. En el mundo todo se mezcla. En el mundo todo se pega con todo, salvo el amor. El amor no pega con nada, no está en ninguna parte. Escasea. Escasea. Como el pan en los periodos de guerra, como el aliento en la garganta de los moribundos. Escasea como el tiempo en los juegos de la infancia. Y es que para amar hace falta tiempo, tanto tiempo que el tiempo no basta para responder a las necesidades de nuestro amor, a nuestras demandas de voz, de sangre, de sangre láctea en la voz firmamento. El cometa del amor solo pasa rozando nuestro corazón una vez cada eternidad. Hay que estar vigilante para verlo, hay que esperar mucho tiempo, mucho tiempo,mucho tiempo. Ese es el estado natural del amor, es ese el estado primigenio, la maravilla de su naturaleza: esperar, esperar, esperar. Lo más lejos de la precipitación y del ruido. Lo más lejos de cualquier crisis. Esperar apaciblemente. Esperar pacientemente. El amor -y la poesía que es su consciencia aérea, su aspecto más humilde, su rostro a despertar- es la profundidad de la espera, dulzura de la espera. Esperanza dulce y profunda y luminosa.



La poesía, el final de todo cansancio, la rosa del amor en las nieves de la lengua, la flor del alma al filo de los labios. Es en ese siglo, en esa furia por las hazañas, por las deudas de sangre y por las guerras de honor, cuando los trovadores toman el nombre de una mujer entre sus dientes y dejan elevar su canto, una llama azul en el cielo despejado.


"Un simple vestido de fiesta"
Ediciones Árdora Express

4 de noviembre de 2011

Christian Bobin - Autorretrato con radiador

Martes 16 de abril
Mí vida es mucho más hermosa cuando no estoy en ella



jueves 25 de abril

Los tulipanes de colores francos como  dibujos de los niños. Encontraron verdes
en la casa. El pincel de las luces los arrastra ya hacia el amarillo.

Lo que parece que empieza tan sólo continúa


Sábado 25 de mayo

Esta noche las flores y yo estamos cansados. Nada de importancia. Mañana invitaré
a unas flores nuevas de nuevo “ yo”



5 de Julio

En mi hombro izquierdo
un pájaro de color tiempo      
se alimenta
de rosas mofletudas
que me vende la florista
de la calle de los mártires
y se limpia el pico
con las páginas de este Libro.





Lunes 16 de setiembre

Definitivamente no me gusta la cordura. Imita demasiado a la muerte. Prefiero
la locura – no la que se padece, sino con la que baila.



Ediciones Árdora Express
 
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