*
Un pueblo
Mi madre era maestra
vivíamos solo ella y yo.
No había ni retrete.
Sobre la casa las estrellas juegan
en los ojos de un niño
que está en un orinal, fuera en el patio.
Humillada, asustada.
Se encerraba en la escuela al mediodía,
para huir del asco de aquel vil
alcalde falangista de Rubí.
Fui un arbusto de invierno
crecido en un recodo de sus ojos,
los grandes ojos grises de mi madre.
Se pierde la señal
Colección Visor de poesía
Traducción Joan Margarit
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