Me duele el alma más aún que el cuerpo
Me duele el alma más aún que el cuerpo
me decía un leproso enamorado;
me duele allí, allí en el costado
del mar donde mi amor habita.
Me duele la distancia, es infinita
para mí ya sin piernas desahuciado
me duele más su pena que mis costras
me duele más la suya que mi cortada mano.
*
El amor se convierte
El amor te convierte en rosal
y en el pecho te nace
esa espina robusta como un clavo
donde el demonio cuelga su uniforme.
Al tocar lo que amas te quemas los dedos,
y sigues, sigues, sigues hasta abrasarte todo;
después,
ya en pie de nuevo,
tu cuerpo es otra cosa,
...es la estatua de un héroe muerto en algo,
al que no se le ven las cicatrices.
*
Aquel Silencio
Cuantas veces Dios se acordará
de aquel silencio de antes,
aquel silencio que hubo que ni Dios aguantaba,
-el silencio culpable de que estemos ahora-,
cuando perdió su calma y arañando la tierra cogió barro
[ y nos hizo,
y se acabó el silencio,
y empezó el alarido
sólo a veces variado por el piar muy leve
cuando amamos dormidos.
Ni tiro, ni veneno, ni navaja
Ediciones Torremozas
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