28 de febrero de 2022

5 Poemas de Miren Agur Meabe : LOS CROMOS - LA DRAGA - EL ASTILLERO - LA MUJER DE LOS GATOS - EL RITO

La poeta, escritora y traductora Miren Agur Meabe durante la rueda de prensa de Cosmopoética CÓRDOBA


 LOS CROMOS

Aprender a perder.

Cada cromo era el voto de un ángel.

La brillantina pegado en los dedos
nos convertía en magas.

Era lícito soplar para ajustar la puntería,
pero el azar no siempre estaba a favor.

Aceptar el adiós.

La niña perdida en su caja de cromos
se pinta el corazón con tinta china.


***


LA DRAGA

Contemplo la draga cada atardecer.

Trabaja sin descanso extirpando del fondo
grava, limo, musgo, leños
y juntándolos en una plataforma.

El agua se cuela
entre sus mandíbulas de metal.

El aparato vuelca la materia y la distribuye.
Forma una barricada.

Prohibido traspasar esa frontera.

¿Hasta dónde hay que restregar? 
¿En qué nivel habitan las brújulas?

Mi mano, desde el muelle,
acaricia a la máquina con un gesto.

Mañana volveré a medir los sedimentos.

Lo que cuenta es la producción.

Cómo escarbar en la pulpa sin perderse dentro.


***


EL ASTILLERO

La madera, como tela musculada, 
a las órdenes de los sastres carpinteros:
olmo para el codaste y la roda;
acacia para los barraganetes;
teca y pino para las tapas;
para cualquier miembro, eucalipto.

El latido del bosque,
ignorante del mar.

Y las raíces lejos, 
anclas cautivas en tierra,
maldiciendo a la rosa de los vientos.


***


LA MUJER DE LOS GATOS

Los gatos derribaron a zarpazos la glicinia que plantaste:
no llegaron a conocerte.

Charlotte trepa por mis muslos, con sus ojos dorados.
Tus iris teñían de ámbar 
al morderme la boca en el mar las mañanas de verano.
Dónde afirmar alianzas como esa por la vida.

Emily duerme dentro de mi sombrero de paja.
Ronronea. ¿Me comprendes?
Ese era el sonido si hundías tu rostro en mi cuello
Cuánto perjurio en contra del destino.

Anne deambula a su antojo en el jardín.
Es hora de jugar, me dice con un guiño, 
igual que tú cuando me alzabas la falda bajo la palmera.
Cómo saldar las quejas por perjuicios.

Aquí me tienes, donde siempre, 
arrullando por turnos a tres gatos
y haciendo tratos con el tiempo
sin volver a bailar, sin volver a nadar
hasta la isla, sin idear estratagemas 
para encarcelarte en la Hiperbórea*.

Hace mucho tiempo dije que estaba mutando.
Mi configuración es otra
¿No era verdad acaso?



* En la mitología griega, una región septentrional desconocida de cuyos habitantes se decía que eran inmortales



*** 



EL RITO

La maqueta de un barco encima del escritorio.

Cuando me siento presa en la botella
o en dique seco
o sin horizonte en marea muerta, 
tomo esa pieza 
y vierto sobre ella una gota de agua.

Y la nave respira, 
consciente de su sentido.




CÓMO GUARDAR CENIZA EN EL PECHO
BARTLEBY EDITORES



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