–Biblioteca pública, buenos días.
–Hola, ¿aquí es dónde reparan cadenas de música?
–No, señora. Esto es una biblioteca, debe haber confundido el teléfono.
–Pero, eso ¿es la biblioteca de Gracia?
–Sí, es la biblioteca de Gracia, de Vía Desiderata.
–Entonces, reparan equipos de música...
–No, no, nosotros no reparamos equipos, aquí se prestan libros, revistas, películas...
–¡Claro!, mi hijo es socio de esa biblioteca.
–¿Es para hacer una renovación? Si me dice su código de usuario le puedo mirar la ficha.
–¿Qué código?, mi hijo trajo unos cedetes de música de Gracia.
–El material multimedia no se puede renovar, es una semana de plazo, tendrá que traerlos o le pondrán una suspensión.
–Llevaré la cadena de música porque los DVD estaban en mal estado y ahora la cadena ¡ya no funciona!
–Nosotros no reparamos equipos de música, no es culpa del material de la biblioteca, sino del uso que se haga de él.
¡Por supuesto que tienen que repararme la cadena!, es un servicio público y si me han estropeado la cadena me la tendrán que arreglar o comprarme otra.
–Señora, no grite, la biblioteca no se hace responsable de su equipo, nosotros solo cedemos en préstamo un material que...
–¡Está en mal estado!, le doy al botón y no sale, así que ya me dirá usted qué hago yo ahora, ¡vaya servicio público que dan!
–Lo siento señora, pero no podemos arreglarle la cadena.
–Pues me pasa ahora mismo con un responsable, ¡esto es indignante!, la administración va de mal en peor!
–Un momento, por favor.
Menuda mañana, si vuelve a sonar una vez más el teléfono creo que lo estamparé contra la pared.
Necesito un café con urgencia, ¡ya! No he podido catalogar ni diez libros, y mucho menos ponerme con las estadísticas del Ministerio. No lo entiendo, al final siempre me ocurre igual, todo se me viene encima en el último minuto.
–Biblioteca, buenos días.
–¿Con quién hablo?
–Con Lucía de la biblioteca de Gracia.
–A ver Lucía, estoy buscando un libro sobre los romanos.
–Sí, ¿puede decirme el título o el autor para buscar a ver si lo tenemos?
–Los romanos.
–Un momento... Con este título me salen 67 documentos en nuestra biblioteca, ¿no conoce el autor del mismo o la editorial?
–Sí, es un libro con tapas azules.
–...
–Y una foto de un legionario romano
–Pues creo que este libro ahora mismo no lo tenemos en la biblioteca.
–¡Pero si me lo llevé la semana pasada!
–¿Entonces quiere hacer una renovación? Si me dice su código de usuario...
–Pero, ¿lo tienen en la biblioteca?
–¿No lo tiene usted en préstamo?
–No, no, yo ya lo devolví, es por saber si lo tienen ahora en la biblioteca.
–Ah, sí, sí, el ordenador me dice que sí que lo tenemos.
–¿El de los romanos?
–Sí, ese con tapas azules.
–Bien, pues pasaré la semana que viene a por él.
–Perfecto, puede pasar a por él...
–¿Qué horario tienen ahí?
–De 9 de la mañana a 8 de la tarde.
–Vale.
–Un café. Hoy que sea en vena, por favor.
Puro cuento - Nueva Narrativa Mallorquina
Ediciones la Barañaga
Mil gracias Biel!! espero que pronto podamos compartir más cuentos, poesías y por supuesto miles de hadas!!
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