27 de diciembre de 2011

Videos y Letras - Ana Belén






Peces de ciudad
Discográfica BMG


Se llamaba Alain Delon
el viajero que quiso enseñarme a besar
en la Gare d`Austerlitz.
Primavera de un amor,
amarillo y fugaz como el sol
del veranillo de San Martín.


Hay quien dice que fui yo
la primera en olvidar,
cuando en un si bemol de Jacques Brel
me perdí "dans le port d`Amsterdam."


En la fatua Nueva York
da más sombra que los limoneros
la Estatua de la Libertad.


Pero en Desolation Row,
las sirenas de los petroleros,
no dejan reír ni volar.



Y en el coro de Babel,
desafina un español.
No hay más ley que la ley del tesoro
en las minas del rey Salomón.


Desafiando el oleaje
sin timón ni timonel,
por mis sueños va ligero de equipaje
sobre un cascarón de nuez.


Mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.


Y cómo huir
cuando no quedan islas para naufragar
al país donde los sabios
se retiran del agravio
de buscar labios
que sacan de quicio.


Mentiras que ganan juicios tan sumarios
que envilecen el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad,
que perdieron las agallas
en un banco de morralla
que nadan por no llorar.


El Dorado era un champú,
la virtud unos brazos en cruz,
el pecado una página web.
En Macondo comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver.


Cuando en vuelo regular,
surqué el cielo de Madrid,
me esperaban dos pies en el suelo
que no se acordaban de mí.


Desafiando el oleaje
sin timón ni timonel
por mis sueños va ligero de equipaje
sobre un cascarón de nuez.


Mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes
de un pasado bucanero
de un velero al abordaje,
de un no te quiero querer.



Y cómo huir
cuando no quedan islas para naufragar
al país donde los sabios
se retiran del agravio
de buscar labios
que sacan de quicio.


Mentiras que ganan juicios tan sumarios
que envilecen el cristal de los acuarios
de los peces de ciudad,
que perdieron las agallas
en un banco de morralla.
en una playa sin mar.




A la sombra de un león
Discográfica CBS

Llegó

con su espada de madera
y zapatos de payaso
a comerse la ciudad
Compró suerte en Doña Manolita
y al pasar por la Cibeles
quiso sacarla a bailar un vals
como dos enamorados
y dormirse acurrucados
a la sombra de un león

"¿Qué tal?

estoy sola y sin marido
gracias por haber venido
a abrigarme el corazón."


Ayer
a la hora de la cena
descubrieron que faltaba
el enfermo 16

Tal vez
disfrazado de enfermero
se escapó de Ciempozuelos
con su capirote de papel.

A su estatua preferida
un anillo de pedida
le robó en El Corte Inglés

Con él
en el dedo al día siguiente
vi a la novia del agente
ue lo vino a detener

Cayó
como un pájaro del árbol
cuando sus labios de mármol
le obligaron a soltar

Quedó
un taxista que pasaba
mudo al ver cómo empezaba
la Cibeles a llorar
y chocó contra el Banco Central.

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