Ventanas
La oigo una vez más,
A través de la ventana abierta.“¡Cabrón! ¡No vales para nada!”
Él no responde.
Lo imagino sentado en la cocina
la cabeza entre la manos,
resignado y pelirrojo,
veinte años soportando sus gritos.
Ella grita, él calla.
De alguna cruel, insoportable manera,
el equilibrio funciona.
*
Desnudas
Las mujeres desnudas abrazamos el aire
Y la gente en la calle se detiene a observarnos
cada vientre colgante, cada vértebra hundida,
cada variz, cada estría, cada impúdica tara.
Las mujeres desnudas nos sentimos tan solas.
Todos saben qué piensan nuestras calvas cabezas,
los temores que ocultan nuestras pieles desnudas,
toda la ira que anida en nuestros pechos abiertos.
Antología - La manera de recogerse
el pelo – generación blogger- Bartleby Editores
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